No tengo lugar en un religión
Hasta el mismo Dios me dijo adiós,
Mientras el resto del mundo me juzgo
Creyendo que tenían la razón.
Pero te halle aquella noche
Sentado en aquella nube,
Desnudaste mi espíritu y mi alma
Mientras cantabas en voz alta.
Sus manos recorrieron mi cuerpo
Sobre la senda de sus propios labios,
Su voz tenía aquella sensación
Del dolor y el placer en uno solo.
Y en los suspiros,
Él me mostró
Que su amor es como la heroína
Pues solo fue una fantasía.
Escribió mi nombre
Con la sangre que broto de mi piel
Y en aquel instante
Yo temblé.
Pero estabas en mi cuerpo
Mientras abrazabas mi torso
Y en un segundo
Fuimos uno.
Soy el traficante de amor
Hoy es tuyo pero tiene un alto costo,
Entrégame tu alma y corazón
Y todo lo que me pidas será tuyo,
Lo prometo
Capitulo VI: Nuestro Amor
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